La exclusión y el olvido de países de Europa.
Esta es una de varias razones por las que me ofusca pensar que mi país pertenece a la secta de la Unión Europea, cuyo sustantivo con el que se hace nombrar es puro eufemismo.
Si no hubiera censura alguna, se le denominaría " Comadreo de Políticos de Europa".
¿Está chulo, eh?
Bueno, buenos días querido lector. ¿Está usted bien? Pues si usted procede de uno de estos países que citaré como olvidados, saldrá de este blog con una úlcera en el estómago después de haber leído esto. Si bien no lo sabía.
Cuando empecé a estudiar la única asignatura a la cual le cogí gusto en el colegio, allá por sexto de Primaria, llegamos al tema de países europeos. Pero cuando hablaba de países europeos, sólo se habla de los países de la Unión Europa, como si los que no pertenecen a este clan son menos europeos o que ni siquiera lo son.
El mapa era bastante revelador: Mostrábase el continente, y los países que SÍ pertenecían a este "club", se encontraban en relieve, mientras que los que NO, se hallaban en gris, sin nombre, sumergidos junto al relieve del otro.
Desde pequeña ya me llamaba la atención el, por ejemplo, ver los países de los Balcanes hundidos y grises, sin nombre. Yo me preguntaba ¿uy, y estos países? ¿Qué serán estos países?
También es verdad que el libro pertenecía a Anaya, es decir, la editorial de libros que más a favor está del sistema que tenemos hoy en día.
El problema está en que estamos habituados a encontrarnos con títulos con fin engañoso y subliminal, pues en un principio figuran como Países de Europa y acabamos olvidando y desconociendo a los países que no pertenecen a la congregación majadera de esos patanes de políticos que buscan el dinerillo.
Igual sucede con el Día de Europa, un 9 de mayo, donde nuestra encantadora profesora de economía -nótese la ironía- comenzaba a exponer que hablaría de los países del continente europeo, porque era el día de la celebración de su existencia. Pero nada, acabó centrándose todo el tiempo en la Unión Europea.
Y lo mismo hace tres días, que adquirí de una papelería un libro de nivel de diez años llamado "Sopa de Europa", donde los chicos iban a conocer la gran y bonita Europa, pero sólo se dirigían a países de la Unión Europea.
Si se va a hablar de Europa, se dice, y si se va a tratar la Unión Europea, se aclara. Por diversas razones, y por suerte, hay países que deciden no entrar en este juego, y no por ello vamos a darles de lado por una decisión que han tomado ellos, pues siguen ahí, con personas que respiran como usted, lector, y como yo, que escribo en este blog ahora mismo.
El día de Europa es un día de festejo cultural, no de fin económico, ni de comadreo, ni de adoctrinar a niños y jóvenes en los colegios e institutos para olvidar otros países que también existen, y pertenecen al continente tanto como los demás que SÍ que conocemos.
Esto hace que, cuando nos hablen de Europa, pensemos en países como Italia, Francia, Holanda y lugares del mismo tipo.
A nadie se le viene a la cabeza Albania - no suena porque no interesa -, o Moldavia, o Serbia...
¿Alguien conoce la república Turco-Chipriota del Norte? Esté uno a favor o no de su independencia, Chipre es un país de Europa e incluso de la UE y nadie conoce la división de su terreno.
La Unión Europea puede tener varias aportaciones, como el euro, pero depender un país de otros hace que deje de ser fuerte y no tire de sí mismo, y deba de tener en cuenta las leyes y opiniones de los demás.
¿Y las ayudas? ¿Qué ayudas? Yo veo a España muy mal, menudas ayudas.
La idea principal es homogeneizar a Europa, qué triste.
Pues mire usted, a mí me gustan mucho los países europeos pero, sinceramente, no me da la gana convivir con ellos como si fuéramos familia, porque no me tocan nada.
Ahora soy una intolerante, pues vete a otro blog.
Si no hubiera censura alguna, se le denominaría " Comadreo de Políticos de Europa".
¿Está chulo, eh?
Bueno, buenos días querido lector. ¿Está usted bien? Pues si usted procede de uno de estos países que citaré como olvidados, saldrá de este blog con una úlcera en el estómago después de haber leído esto. Si bien no lo sabía.
Cuando empecé a estudiar la única asignatura a la cual le cogí gusto en el colegio, allá por sexto de Primaria, llegamos al tema de países europeos. Pero cuando hablaba de países europeos, sólo se habla de los países de la Unión Europa, como si los que no pertenecen a este clan son menos europeos o que ni siquiera lo son.
El mapa era bastante revelador: Mostrábase el continente, y los países que SÍ pertenecían a este "club", se encontraban en relieve, mientras que los que NO, se hallaban en gris, sin nombre, sumergidos junto al relieve del otro.
Desde pequeña ya me llamaba la atención el, por ejemplo, ver los países de los Balcanes hundidos y grises, sin nombre. Yo me preguntaba ¿uy, y estos países? ¿Qué serán estos países?
También es verdad que el libro pertenecía a Anaya, es decir, la editorial de libros que más a favor está del sistema que tenemos hoy en día.
El problema está en que estamos habituados a encontrarnos con títulos con fin engañoso y subliminal, pues en un principio figuran como Países de Europa y acabamos olvidando y desconociendo a los países que no pertenecen a la congregación majadera de esos patanes de políticos que buscan el dinerillo.
Igual sucede con el Día de Europa, un 9 de mayo, donde nuestra encantadora profesora de economía -nótese la ironía- comenzaba a exponer que hablaría de los países del continente europeo, porque era el día de la celebración de su existencia. Pero nada, acabó centrándose todo el tiempo en la Unión Europea.
Y lo mismo hace tres días, que adquirí de una papelería un libro de nivel de diez años llamado "Sopa de Europa", donde los chicos iban a conocer la gran y bonita Europa, pero sólo se dirigían a países de la Unión Europea.
Si se va a hablar de Europa, se dice, y si se va a tratar la Unión Europea, se aclara. Por diversas razones, y por suerte, hay países que deciden no entrar en este juego, y no por ello vamos a darles de lado por una decisión que han tomado ellos, pues siguen ahí, con personas que respiran como usted, lector, y como yo, que escribo en este blog ahora mismo.
El día de Europa es un día de festejo cultural, no de fin económico, ni de comadreo, ni de adoctrinar a niños y jóvenes en los colegios e institutos para olvidar otros países que también existen, y pertenecen al continente tanto como los demás que SÍ que conocemos.
Esto hace que, cuando nos hablen de Europa, pensemos en países como Italia, Francia, Holanda y lugares del mismo tipo.
A nadie se le viene a la cabeza Albania - no suena porque no interesa -, o Moldavia, o Serbia...
Si mi hijo toca esto, le gritaré el clásico "¡CACA!" |
La Unión Europea puede tener varias aportaciones, como el euro, pero depender un país de otros hace que deje de ser fuerte y no tire de sí mismo, y deba de tener en cuenta las leyes y opiniones de los demás.
¿Y las ayudas? ¿Qué ayudas? Yo veo a España muy mal, menudas ayudas.
La idea principal es homogeneizar a Europa, qué triste.
Pues mire usted, a mí me gustan mucho los países europeos pero, sinceramente, no me da la gana convivir con ellos como si fuéramos familia, porque no me tocan nada.
Ahora soy una intolerante, pues vete a otro blog.
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