¡Qué nefasto eres, joder!

Este año, amigos, tenemos un nuevo profesor de Lengua, que más que profesor de esta asignatura debería ser locutor de radio, pues cada vez que lee un poema en voz alta, nos damos todos cuenta de que debería haberse decantado por ese trabajo.


Ah, y por cierto: ¿Cómo se atreve a evaluarme 0,5 puntos en la nota final después de haberme leído al grande de Lev Tolstoi, padre de la literatura rusa y uno de los más destacables de la universal?

Y lo digo más por la mísera y despreciable excusa que puso. Sí, excusa:

"Es una novela corta"

¡Pero señor! ¿NO SE DA USTED CUENTA DE LA PROFUNDIDAD DE LA OBRA?

Puestos a que cuente más el número de páginas, nos leemos After y Cincuenta Sombras de Grey, ¿no? Cuyo grosor es mayor que los muros que rodean al instituto.

No hay que dar una opinión, voy a decir las cosas tal y como son: Estos dos últimos libros no aportan absolutamente nada, lo único que hacen es gastar papel y tinta, tinta y papel.

Es decir, señor profesor, ¿usted quiere fomentar la lectura y puntúa más un puto libro pornográfico antes que aprender sobre la profundidad de nuestra sociedad, tal y como el escritor Tolstoi nos muestra?

Es usted un ceporro.

Bueno, ya me he desviado del tema, pero como el blog es mío, pues, pues... Pues ya está.

Qué buena argumentación.

A lo que voy, hace unos días el señor puso un examen cuyo temario prácticamente leía en voz alta, y creo que para hacer eso nuestra clase no necesita ayuda

Poco soluciona este caballero, sin duda.

Pues yo me he pasado como dos o tres días intentando estudiar y nada se me metía en la cabeza.

¿Por qué? Porque era todo letras pequeñitas y fotocopias que se explicaban como Dios no quiera saberlo. Que sí, todo muy técnico.

Es entonces cuando hago una excepción y decido tomar mis pasadas costumbres, es decir, estudiar justo la noche antes.

Pero yo me precipité muchísimo más, así que pringué para memorizarlo todo en una hora libre de ese mismo día, como a dos o tres horas del examen,

Todo magnífico, porque me siento muy orgullosa de mi habilidad para memorizar tanto en tan poco tiempo (aunque el apuro ayuda).

Bueno, llega el examen, y EL TONTO se ha dedicado a usar un sólo concepto del tan extenso tema para CASI TODO EL EXAMEN.

Mira tú por dónde, lo único que no me miré.

Ay, por dios, ¡ojalá todos fueran como la de Latín! ¿Qué tan difícil es?


¿Qué? ¿Que cómo me fue el examen? Mmmmm...