Inglés y su nueva profesora.
Ah, sí, que he empezado 4ºESO (ugh, esto de buscar el circulito que determina los números ordinales de cardinales... He tenido que llamar a mi madre dos veces) y, mm...
Poco puedo decir del curso, lo único es que me han cambiado casi todos los profesores, la mayoría para mejor, jeje. Peeero hay una que simplemente la odio. Y la odio por no hacer precisamente nada...
Ha venido este año a mi clase una profesora que nos impartirá la asignatura de inglés, y es una auténtica muerma.
Se pasa todo el día diciendo cualquier cosa que a ella le sonará graciosa, y mira luego a mis compañeros próximos a la mesa del profesor, y los mira con una sonrisa, como diciendo: Ríete, hijo de puta, o tendrás un negativo.
Y es así, porque se dedica todo el santo día a poner negativos por hablar, por írsete la olla y no hacer los deberes que manda a hacer en clase, y tal... Ni siquiera da oportunidades. (Espera espera, ¿quién es ella para darnos oportunidades?)
Bueno, como mis compañeros son tontos y parecen querer gustarles el régimen tan mierda que se permite, voy a empezar a hablar solamente de mí, de doña Agnes Malinova. (Gracias por el collar con mi seudónimo, Ángel, que es mi bulgarito fiel y que le gusta mucho mi blog).
¡AHÍ CAYÓ! Venga que empiezo.
Mira tú por donde empecé el curso sentada con el profesor en las mismísimas narices. Y, cuando tocaba inglés, pues tocaba tragarse los chistes de la maestra. ¿Qué chistes, tío? xD
Al soltar uno de ellos que tanto odiaba, los que tenía al lado se reían o, incluso, el pelota por excelencia de mi clase, le devolvía otro correlacionado, una respuesta que me endurecía el rostro al oír, más por la conducta del tragasistema que por las mismas palabras (a las cuales nunca llegué a prestar atención).
Reían ambos como dos amigos de barra. A veces la veía venir dirigiéndose a mí, la muy pesada, buscando la mirada. Yo miraba a otro lado de forma indiferente, era eso o: Que me deje, pesa.
(Uy, hay chonis gritando en mi patio, se van a cagar ajaj no.)
Bueno, pues coincidió todo el principio de mi relación con esta señora, esta pesada señora, cuando me peleé con mi amiga Lola (hola Lola) y entonces no me veía hablar con nadie, o cuando todos reían, yo estaba seria y concentrada en lo mío, como dibujar.
Claro, qué iba a pasar, pues que me cogió lástima. No quise desaprovecharla, yo me hacía la buena y la calladita en clase (sin reírme de un puto chiste) y ella me consentía cosas que a los demás seguramente no les haría, y que por las cuales les pondría un negativo.
-Alfaro- se apoya en mi mesa- ¿Qué estás haciendo?
-No sé.
-Venga, deja el dibujo, me gusta que seas creativa, pero tienes que hacer las actividades como los demás.
Parece amable pero se hace la importante y solo es una sosa que abusa de autoridad para poner negativos en clase y echarle en cara a los demás quién va mejor, quién va peor... Metiendo miedo y creando competencia.
Ay maestra, qué guantazo te via meté.
Si damos cosas de primero de la ESO, que yo ya sé de sobra y que, además, practico mi inglés todos los días...
-Alfaro, ¿otra vez dibujando?
Pero sin negativos.
-¿No entiendes que hay que atender en clase? No puedes dibujar en ella.
-Pero sé atender y dibujar al mismo tiempo - sí, es verdad.
-Sí, pero si cada uno hace lo que quiere...
Seguramente, yo, en ese momento, habría puesto una cara de "a mí que me cuentas".
Y siempre, siempre dicen esa frase. Siempre. A ver, profesora, ¿están todos haciendo lo que quieren? NO. Cuando eso pase, hablamos. Pero tú estás ahí para que hagamos las actividades y aprobemos, de lo demás olvídate, que yo siempre cumplo con mis normas.
-¿Lo entiendes, Alfaro?
-No. - digo tranquila, encogiéndome de hombros.
Pues hice las paces con mi amiga Lola y... ¡Oh, oh, necesito otro post!
Poco puedo decir del curso, lo único es que me han cambiado casi todos los profesores, la mayoría para mejor, jeje. Peeero hay una que simplemente la odio. Y la odio por no hacer precisamente nada...
Ha venido este año a mi clase una profesora que nos impartirá la asignatura de inglés, y es una auténtica muerma.
Se pasa todo el día diciendo cualquier cosa que a ella le sonará graciosa, y mira luego a mis compañeros próximos a la mesa del profesor, y los mira con una sonrisa, como diciendo: Ríete, hijo de puta, o tendrás un negativo.
Y es así, porque se dedica todo el santo día a poner negativos por hablar, por írsete la olla y no hacer los deberes que manda a hacer en clase, y tal... Ni siquiera da oportunidades. (Espera espera, ¿quién es ella para darnos oportunidades?)
Bueno, como mis compañeros son tontos y parecen querer gustarles el régimen tan mierda que se permite, voy a empezar a hablar solamente de mí, de doña Agnes Malinova. (Gracias por el collar con mi seudónimo, Ángel, que es mi bulgarito fiel y que le gusta mucho mi blog).
¡AHÍ CAYÓ! Venga que empiezo.
Qué modernos somos, ¡la pizarra digital en mi clase es lo más!
En verdad no.
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Al soltar uno de ellos que tanto odiaba, los que tenía al lado se reían o, incluso, el pelota por excelencia de mi clase, le devolvía otro correlacionado, una respuesta que me endurecía el rostro al oír, más por la conducta del tragasistema que por las mismas palabras (a las cuales nunca llegué a prestar atención).
Reían ambos como dos amigos de barra. A veces la veía venir dirigiéndose a mí, la muy pesada, buscando la mirada. Yo miraba a otro lado de forma indiferente, era eso o: Que me deje, pesa.
(Uy, hay chonis gritando en mi patio, se van a cagar ajaj no.)
Bueno, pues coincidió todo el principio de mi relación con esta señora, esta pesada señora, cuando me peleé con mi amiga Lola (hola Lola) y entonces no me veía hablar con nadie, o cuando todos reían, yo estaba seria y concentrada en lo mío, como dibujar.
Claro, qué iba a pasar, pues que me cogió lástima. No quise desaprovecharla, yo me hacía la buena y la calladita en clase (sin reírme de un puto chiste) y ella me consentía cosas que a los demás seguramente no les haría, y que por las cuales les pondría un negativo.
-Alfaro- se apoya en mi mesa- ¿Qué estás haciendo?
-No sé.
-Venga, deja el dibujo, me gusta que seas creativa, pero tienes que hacer las actividades como los demás.
Parece amable pero se hace la importante y solo es una sosa que abusa de autoridad para poner negativos en clase y echarle en cara a los demás quién va mejor, quién va peor... Metiendo miedo y creando competencia.
Ay maestra, qué guantazo te via meté.
Si damos cosas de primero de la ESO, que yo ya sé de sobra y que, además, practico mi inglés todos los días...
-Alfaro, ¿otra vez dibujando?
Pero sin negativos.
-¿No entiendes que hay que atender en clase? No puedes dibujar en ella.
-Pero sé atender y dibujar al mismo tiempo - sí, es verdad.
-Sí, pero si cada uno hace lo que quiere...
Seguramente, yo, en ese momento, habría puesto una cara de "a mí que me cuentas".
Y siempre, siempre dicen esa frase. Siempre. A ver, profesora, ¿están todos haciendo lo que quieren? NO. Cuando eso pase, hablamos. Pero tú estás ahí para que hagamos las actividades y aprobemos, de lo demás olvídate, que yo siempre cumplo con mis normas.
-¿Lo entiendes, Alfaro?
-No. - digo tranquila, encogiéndome de hombros.
Pues hice las paces con mi amiga Lola y... ¡Oh, oh, necesito otro post!
Oooooo mi nombre está en el post ooooo
ResponderEliminarПосвещaвaм те моятa живот aко ти искaш хaхa :Д
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