La burbuja musical

Abriendo el móvil sin saber a quién escribir.

Palabras sueltas sin hilar. Cabeza abotargada, sangre sin fluir. Decisiones que aún no puedo tomar.


Hastío, nebulosa, aletargamiento. 


Pensamientos gangrenados. Supuración. 


Frustración. Vacío interior.


“No eres un humano, eres un atleta”, decía Irina Viner a su baza favorita, Margarita Mamun. La entrenaba hasta quedar totalmente indefensa, fuera de todas sus capacidades, muerta en vida.


Es dificíl generar comprensión fuera del mundo-burbuja musical. 

Podrán compadecerse, pero nunca sabrán lo que hay detrás. 

El iceberg del sufrimiento. 


Altibajos. Obligación. Tu deber. 


¡No es suficiente, no es suficiente, no es suficiente! 

Todos los días te enseñan a decírtelo. 


Cuando acabas siendo una marioneta, un juguete roto, ¿quién se acuerda de ti?

¿Te aplaudirán por tus logros? No mucho.

¿Eres necesario para la sociedad? Tampoco. Eres totalmente prescindible.


La pregunta que nos hacemos hoy es, ¿qué se es más allá de un conservatorio? ¿Soy todo lo que sé, o fui enseñado y moldeado a través de un entrenamiento de burbuja, élite, con unas pautas establecidas?


Sale muy caro ser joven cuando te dedicas a las enseñanzas superiores, enseñanzas artísticas. 

Los deportistas de disciplina artística no reconocidos.

Sin sueldos, sin psicólogos, sin becas. 

Vistos como un juego y un mero entretenimiento de carrera. 

Exprimirte para… 

Espera, ¿para qué?



¿Hay un fin? 


¿Realmente uno no sirve, si es el caso de que se deba emplear el término “servir”, ser “útil”, musicalmente hablando? ¿Siendo un “buen intérprete”?


¿Quiere uno ser buen intérprete? 

¿Tiene razón el sistema? 

¿Está el sistema equivocado? 

¿Se puede ser feliz al acabar un grado de Interpretación?


¿Sí? ¿No?


¿Quién sabe?


Ya no puedes hacer nada. Está uno acabado, hastiado, sin ánimo de “vivir”, sin nada por lo que ilusionarse, fuera de una rutina y de algo con lo que sentirse satisfecho y completo. Es un callejón sin salida. Parece ser que nada tiene fin.


Fortaleza mental. Paz. Tocar para los demás. Eso es todo.

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