Sobre la monarquía "española"...
Dulces tardes... Pasan suaves las horas de sol por mi ventana... Aquí no sucede nada... ¿O sí?
¡Qué delicia! Buscar polémica con un temita tan ridículamente trillado: La monarquía.
Muchos hablan y pocos ven la luz, y no es porque tengan razón o no, sino porque jamás se han parado a pensar en el CONCEPTO de MONARQUÍA.
Veamos como intento ordenar esto. Puede que sea tan subjetiva que os darán mareos, pero, ¡eh! Yo siempre miro desde el punto de vista práctico y beneficioso.
Esta idea de escribir sobre la MONARQUÍA, (cuyo nombre te hace o exaltarte como pijo sevillano o arrancarte las rastas de la desesperación), ya me venía a raíz de una gran temporada admirando, ADMIRANDO, el pasado de mi historia, de mi España, aquella que muchos repudian más por inercia de opiniones ajenas que por otra cosa.
Pero es más, chicos, la cosa se intensificó cuando llegó el día de la República, que será el 16 de Abril, fecha que si fallo, tampoco es que pase nada, la verdad.
Mi preocupación o, más bien, mi cierta irritación, es que ya no puedo pronunciarme o en cierto modo identificarme como republicana, por dos cuestiones:
1) La política es el arte de distraer a la gente de lo que verdaderamente le atañe. Cierto es, que de algún modo disfruto viendo como la gente, pasa de un copetón y risas a: "Ah, somos intelectuales y vamos a abrir un debate político". Es divertido ver como juegan a respetarse, a la tolerancia, a cuidar sus modales y lenguaje, para enseñar sus puntos de vista. Tened en cuenta que usan este arma como persuasión de que, realmente son personas instruidas e interesadas por su país (y que en su mayoría son necios, más por ciegos que por desconocimiento), hablando de cosas que ni existen, porque realmente creo que ya sabemos quién maneja todo el cotarro y es dueño del mundo (pistita: Son de una religión no católica pero sí monoteísta). Hay muchas religiones, pero si eres inteligente, o estás atento, lo sabrás.
2) Ante vosotros os ofrezco una auténtica historia de terror absoluto, que si estáis acompañados negaréis, pero a solas me entendéis: La izquierda se ha apropiado de la República.
En Instagram, cuna que abandoné pero, Dios me perdone, sigo pecando y entro de tarde en tarde, gentes de mi edad festejan el día de la república. Si hemos estudiado historia, sabemos muy bien que desde hace ya tiempecito surgieron partidos políticos de derechas que no apoyaban la monarquía. Pero claro, obviamente surgieron cuando los monarcas no hacían nada, así que...
¿Soy republicana, puedo decirlo? Suena feo, de verdad. Podríais meterme directamente en el saco de la izquierda controlada por el capitalismo, esa izquierda falsa de hoy en día, así que os diré que sí, pero con mucha vergüenza. No porque el término me moleste y sea algo "derechista", sino porque realmente no-hacen-nada. No me apetece. Pero que más dará, ya sabemos quién domina, así que no os preocupéis más ni echéis broncas a Pedro Sánchez, ni a los reyes, porque, je, nadie tiene el control de España. Solo un selecto grupo de capitalistas que, omito su nombre por seguridad de que sus iguales me agarren de los tobillos.
Así que no os quejéis de quién manda o quién no, el presidente es un títere, y los reyes un jarrón de decoración. Me irrita muchísimo hablar de esto porque la política es una simulación, y es ya un tema que no me interesa desde hace siglos. Ya sabéis, cuando yo era menina y tal. Por aquel entonces.
Pero, ah, se os olvidaba que yo me ajusto a lo pragmático. Me gusta lo útil y sencillo.
Observemos entonces, queridos incrédulos, el pasado de España más glorioso: Esas expansiones de territorios, esas reconquistas, esas pedazo de embajadas que enviaban a otros lugares, esas FORTÍSIMAS tradiciones que para nosotros son inusuales y selectas, y para ellos algo cotidiano y diario.
No hace falta decir más. Las épocas de los monarcas buenos. Aquellas épocas remotas donde los PRIMEROS REYES cabalgaban delante de su séquito, iban a la cabeza de las batallas, y morían a caballo delante de un país, reyes que trabajaban, se encabritaban, se encaraban con los enemigos de su patria, reyes que se preocupaban por sus súbditos, como Los Reyes Católicos, reyes como Juana I de Castilla, que humillada ante el pueblo flamenco daba la talla y pasaba noches sin dormir preocupada por la imagen que daba de España... Reyes que viajaban y viajaban por todo el territorio durante el año, pendientes de asuntos, que ellos trataban cercanamente y volcados en su pueblo.
Os molestará el tema de religiones, pero poneos en la época, era su principal (no creo que única) fuente de realidad y su más fuerte señal de identidad. Cosas malas siempre se han hecho en esta vida. No descartamos que siempre hay deslices, reyes malos hubieron, y buenos como el pan y la luz del sol que tanto ansiamos ahora.
Es otra visión, una opinión no es científica, así que no os pongáis nerviosos, que no se os acelere el corazón, porque ya dar una vueltecita para relajarnos no nos vale.
Resumen queridos:
Monarquía de ahora, NO.
Monarquía de antes, SÍ
¡Qué delicia! Buscar polémica con un temita tan ridículamente trillado: La monarquía.
Muchos hablan y pocos ven la luz, y no es porque tengan razón o no, sino porque jamás se han parado a pensar en el CONCEPTO de MONARQUÍA.
Veamos como intento ordenar esto. Puede que sea tan subjetiva que os darán mareos, pero, ¡eh! Yo siempre miro desde el punto de vista práctico y beneficioso.
Esta idea de escribir sobre la MONARQUÍA, (cuyo nombre te hace o exaltarte como pijo sevillano o arrancarte las rastas de la desesperación), ya me venía a raíz de una gran temporada admirando, ADMIRANDO, el pasado de mi historia, de mi España, aquella que muchos repudian más por inercia de opiniones ajenas que por otra cosa.
Pero es más, chicos, la cosa se intensificó cuando llegó el día de la República, que será el 16 de Abril, fecha que si fallo, tampoco es que pase nada, la verdad.
Mi preocupación o, más bien, mi cierta irritación, es que ya no puedo pronunciarme o en cierto modo identificarme como republicana, por dos cuestiones:
1) La política es el arte de distraer a la gente de lo que verdaderamente le atañe. Cierto es, que de algún modo disfruto viendo como la gente, pasa de un copetón y risas a: "Ah, somos intelectuales y vamos a abrir un debate político". Es divertido ver como juegan a respetarse, a la tolerancia, a cuidar sus modales y lenguaje, para enseñar sus puntos de vista. Tened en cuenta que usan este arma como persuasión de que, realmente son personas instruidas e interesadas por su país (y que en su mayoría son necios, más por ciegos que por desconocimiento), hablando de cosas que ni existen, porque realmente creo que ya sabemos quién maneja todo el cotarro y es dueño del mundo (pistita: Son de una religión no católica pero sí monoteísta). Hay muchas religiones, pero si eres inteligente, o estás atento, lo sabrás.
2) Ante vosotros os ofrezco una auténtica historia de terror absoluto, que si estáis acompañados negaréis, pero a solas me entendéis: La izquierda se ha apropiado de la República.
En Instagram, cuna que abandoné pero, Dios me perdone, sigo pecando y entro de tarde en tarde, gentes de mi edad festejan el día de la república. Si hemos estudiado historia, sabemos muy bien que desde hace ya tiempecito surgieron partidos políticos de derechas que no apoyaban la monarquía. Pero claro, obviamente surgieron cuando los monarcas no hacían nada, así que...
Urraca de León (1081-1126)
Una reina que rivindicaba sus valores
como monarca y como mujer
(una mujer de verdad, no una feminista
empoderada por un colectivo sufragado
por capitalismo)
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¿Soy republicana, puedo decirlo? Suena feo, de verdad. Podríais meterme directamente en el saco de la izquierda controlada por el capitalismo, esa izquierda falsa de hoy en día, así que os diré que sí, pero con mucha vergüenza. No porque el término me moleste y sea algo "derechista", sino porque realmente no-hacen-nada. No me apetece. Pero que más dará, ya sabemos quién domina, así que no os preocupéis más ni echéis broncas a Pedro Sánchez, ni a los reyes, porque, je, nadie tiene el control de España. Solo un selecto grupo de capitalistas que, omito su nombre por seguridad de que sus iguales me agarren de los tobillos.
Así que no os quejéis de quién manda o quién no, el presidente es un títere, y los reyes un jarrón de decoración. Me irrita muchísimo hablar de esto porque la política es una simulación, y es ya un tema que no me interesa desde hace siglos. Ya sabéis, cuando yo era menina y tal. Por aquel entonces.
Pero, ah, se os olvidaba que yo me ajusto a lo pragmático. Me gusta lo útil y sencillo.
Observemos entonces, queridos incrédulos, el pasado de España más glorioso: Esas expansiones de territorios, esas reconquistas, esas pedazo de embajadas que enviaban a otros lugares, esas FORTÍSIMAS tradiciones que para nosotros son inusuales y selectas, y para ellos algo cotidiano y diario.
Sancho I de León,
rey que por su sobrepeso
no podía acudir a las batallas para
defender a su país,
por lo que se sometió a
una estricta dieta de 385 días
solo tomando TÉ
¡Eso sí que es
implicación!
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No hace falta decir más. Las épocas de los monarcas buenos. Aquellas épocas remotas donde los PRIMEROS REYES cabalgaban delante de su séquito, iban a la cabeza de las batallas, y morían a caballo delante de un país, reyes que trabajaban, se encabritaban, se encaraban con los enemigos de su patria, reyes que se preocupaban por sus súbditos, como Los Reyes Católicos, reyes como Juana I de Castilla, que humillada ante el pueblo flamenco daba la talla y pasaba noches sin dormir preocupada por la imagen que daba de España... Reyes que viajaban y viajaban por todo el territorio durante el año, pendientes de asuntos, que ellos trataban cercanamente y volcados en su pueblo.
Os molestará el tema de religiones, pero poneos en la época, era su principal (no creo que única) fuente de realidad y su más fuerte señal de identidad. Cosas malas siempre se han hecho en esta vida. No descartamos que siempre hay deslices, reyes malos hubieron, y buenos como el pan y la luz del sol que tanto ansiamos ahora.
Es otra visión, una opinión no es científica, así que no os pongáis nerviosos, que no se os acelere el corazón, porque ya dar una vueltecita para relajarnos no nos vale.
Resumen queridos:
Monarquía de ahora, NO.
Monarquía de antes, SÍ
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