El uniforme "casi" invisible.
Podríamos decir que no hay más ciego que el que no quiere ver pero, en este caso, no hay más ciego que el que ni tiene ojos, ni espíritu crítico, para observar la realidad que a uno le rodea. En este nuevo siglo, publicidad y los propios movimientos de ingeniería social quieren hacernos sentir diferentes y únicos. Verdaderamente, esto no es así en muchos casos, como en el ámbito emocional. El ser Humano experimenta las mismas sensaciones, las mismas frustraciones, deseos, ansias y ganas de vivir. El matiz de reacciones ya es otro abanico ante los estímulos que percibimos en el día a día. Pero hoy quería tocar esta sensación que nos quieren hacer experimentar acerca de la ropa que llevamos. ¿Cuántas veces hemos escuchado a personas que critican el uso de uniformes en lugares como la educación? Y sin embargo, este tiene un fin que, tras experimentarlo en mi propia piel durante nueve años, apoyo fielmente: Homogeneizar al alumno para provocar la ausencia total de diferencias sociale