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 Hola buenas noches. ¿Recordáis esa dulce etapa donde yo, la de Alfaro y Martín (constancia de sangre castellana), buscaba un lenguaje más culto, un registro más elegante? A ver, ser sencillo también implica un estilo interesante, no todo en esta vida es recarga, lo sencillo es sublime, al menos para mí. Bueno, que a ver, que a lo que iba, que siendo una señorita coloquial voy a transmitiros esa reflexión que siempre tengo cuando hablo con un extranjero. Es decir, alguien que no es de España. El fin de este no es encontrar ningún resultado, o respuesta, matemática, que yo sé que os gusta mucho. Pero no, no. He frecuentado muchos años los chats internacionales y cosas así. Y la cosa es responder:  -¿Y de dónde eres tú?  Ellos, ellos preguntan. Yo respondo. Entonces entro en crisis, como cuando tienes que responder que la viola es un violín pero más grande.  -De España.  Espera, ¿de España? ¿Qué España? ¿Cuál de ellas? Si estáis deseando que os lance la oportunidad de hacer un debate pol

  El día de Andalucía era asunto que me creaba mucho orgullo y satisfacción, pero a medida que voy creciendo y estudiando, no le veo el mayor sentido y me encuentro en crisis. El “Orgullo Andaluz”, o la frase que pronuncian los jóvenes de “Andalucía mi país, España mi castigo” demuestra la gran ignorancia e hipocresía que muestran sin siquiera haberse mirado el ombligo. Son los del orgullo andaluz bastante egocéntricos para sus cositas de persona diaria, pero no para ser honrados en el aspecto antropológico y étnico. Es feo ver como se realza “la historia de Andalucía”, cuando el esplendor de aquello que llaman “árabe e islámico” lo extinguieron aquellos cristianos, castellanos repobladores que se reprodujeron dando lugar a una gente llamada: Nosotros. España es tu castigo, andaluz de toda la vida. Es una tontería bastante gorda, puesto que la historia de Andalucía es harto extensa y nuestra sangre lleva aquí, semi bien mezclada, sin saber con exactitud, 500 años en el más “andaluz de