Te piden el cuaderno en plena Secundaria (ESO)
Sí, es verdad. Yo ya estoy harta, pero más que harta . Ellos, aquellos seres a los que debemos llamar profesores, siempre, pero que siempre siempre siempre, se dedican a insultarnos y a lanzar plegarias al cielo. Encima de que venimos obligados a estudiar, (yo me dedico a dibujar, bah) durante seis horas por las mañanas, con una mísera media hora para comerte el bocadillo a toda prisa, no vaya a ser que lo tires a la basura, teniendo hambre, pues no te dejan comer en el aula. Pues bien, las peticiones que más le ruegan al señor son dos: Que hablamos mucho. Que nos comportamos como niños pequeños. Me voy a centrar en la segunda. Quiero que leáis la frase otra vez, las veces que sean necesarias, y que reflexionéis. Bien, ahora decidme, querido público: ¿Podéis imaginar una situación de alumnos de un instituto de catorce años? Los mayores, ¿cómo funcionaba vuestra relación con vuestros compañeros? Supongo que si no habéis echado algunos gritos de euforia y felicidad entre cla